En esta sección, vamos a explicar por qué es mala idea conducir con neumáticos de invierno durante los meses de verano. Son razones de peso, por lo que estamos convencidos de que estarás de acuerdo.
Hay buenas razones por las que los neumáticos de invierno son indispensables durante el invierno. Están fabricados con componentes de caucho especiales y flexibles, y sus perfiles tienen un dibujo único para proporcionar mayor agarre en carreteras con nieve o con hielo. Su funcionamiento es óptimo con temperaturas bajas y con precipitaciones propias de los meses de invierno, proporcionando a los conductores confianza y seguridad en situaciones potencialmente peligrosas.
Pero, así como son imbatibles en climas fríos, con temperaturas más altas dichas características suponen una desventaja. Cuando se circula por una carretera seca sin nieve ni hielo, no es necesario utilizar neumáticos con laminillas para proporcionar mayor tracción.
El dibujo más blando de los neumáticos de invierno se desgasta mucho más rápido en el asfalto caliente. Es por el componente de caucho, que está formulado para mantenerse blando y dúctil cuando las temperaturas caen en picado por debajo de los 7 °C.
Es muy eficaz para mitigar el impacto negativo de las bajas temperaturas y proporciona tracción en condiciones invernales.
Si utilizas un juego de neumáticos de invierno durante todo el año, ese dibujo flexible se desgastará mucho más rápido con temperaturas más altas. La vida útil se reduce un 60 %. Es muy probable que tengas que cambiarlos antes que si hubieras cambiado por neumáticos de verano al comenzar la primavera.
Nuestra recomendación para tiempo caluroso es utilizar neumáticos all-season o de verano, los cuales, en comparación, están fabricados con una mezcla de caucho distinta diseñada para resistir las altas temperaturas. Y —lo has adivinado— visto otro modo, los componentes utilizados en los neumáticos de verano se endurecerán rápidamente y se volverán quebradizos si se utilizan en condiciones invernales.
Si no estás seguro de la elección correcta de neumáticos, contacta con tu distribuidor local para obtener asesoramiento personal.
Si utilizas neumáticos de invierno en verano, has de saber que gastarás más dinero en combustible.
En pavimento caliente, la resistencia a la rodadura de los neumáticos de invierno es bastante mayor que la de los neumáticos de verano u all-season. Esto es debido a que el compuesto de caucho más blando cambia más de forma.
El resultado es una mayor resistencia a la rodadura, lo que supone un mayor consumo de combustible, lo que significa que tendrás que ir a la gasolinera con más frecuencia de la necesaria.
Si no cambias a neumáticos de verano u all-season con tiempo cálido, la capacidad de conducción de tu coche no será óptima en términos de seguridad, sobre todo si tienes que dar algún giro brusco.
Imaginemos una situación en la que el conductor tiene que hacer una maniobra de emergencia. Los neumáticos de invierno son demasiado blandos en pavimento seco. La conducción no será tan reactiva como podría ser en una situación crítica.
Con una perspectiva a largo plazo, es probable que el perfil de aquellos neumáticos de invierno que se hayan utilizado en primavera, verano y otoño hasta el invierno siguiente, estén desgastados (a causa de su componente más blando). Los neumáticos de inverno con una profundidad de dibujo insuficiente no proporcionan tanto agarre ni tracción sobre superficies con nieve o con hielo, y es algo muy importante que tener en cuenta en materia de seguridad al volante