Hanover/ Minnesota, July 31, 2019. El sol de verano ardía en el cielo azul brillante sobre los campos de Minnesota. El olor a heno y grano recién cosechados todavía impregnaba el aire. El continuo ronroneo de los motores rompía el silencio. El rastrojo y la hierba se convertían en surcos tan rectos que podría pensarse que se habían dibujado con regla.
El Campeonato Mundial de Arada de 2019 se llevaría a cabo en Lake of the Woods, Minnesota, EE. UU., del 30 al 31 de agosto, en la frontera con Canadá, donde este concurso se celebró por primera vez en 1953. Desde entonces, los agricultores de todo el mundo se reúnen una vez al año para seleccionar el mejor "formador de surcos".
Uno de ellos era Peter Alderslade, agricultor de Northumberland, Reino Unido, y por entonces campeón británico de arado en la clase reversible. Nacido en una familia con una larga tradición de producción lechera, hoy dirige unas caballerizas y cultiva 263 hectáreas de tierra cultivable junto con 61 hectáreas de pastos para sus 75 caballos. «Mi padre me enseñó a arar cuando todavía era un niño», contaba Peter, quien compitió por primera vez en el campeonato de jóvenes agricultores a la edad de 15 años. «Siempre he seguido su lema: mal arar en línea recta es mejor que arar bien doblado, y creo que esto es lo que me ayudó a llegar a lo más alto de la competición internacional», agregaba. Ese año, Peter ganó el Campeonato Británico y se clasificó por séptima vez para para el campeonato internacional. Peter, cuyo mejor resultado había sido un cuarto puesto en 2014, tenía la esperanza de subir al podio de los ganadores, aunque finalmente quedaría el 12.
En la competición de ese año, Peter volvió a confiar en su Valtra A95 2004 y un arado Kverneland reversible de dos surcos. «Es un tractor pequeño y fuerte», explicaba. Además de elegir maquinaria para competir al más alto nivel, creía que su elección de neumáticos era fundamental para lograr la precisión que buscaban los jueces. En 2018, Peter había cambiado a neumáticos Continental Tractor85 y los había usado en sus últimas cuatro competiciones, incluida su victoria en el campeonato británico.
«Los neumáticos tienen un perfil estrecho, por lo que se ajustan bien a los surcos. Mantener una rueda del tractor siempre en el surco que se acaba de hacer es importante para no dañarlo al arar el siguiente». Los jueces penalizan a los competidores por cualquier inconsistencia en la formación de los surcos, especialmente cuando hay compactación causada por los neumáticos. Peter explicaba: «En mojado, el suelo se compacta más fácilmente y si se rompe un surco, dejas lados brillantes y opacos obvios para los jueces. Todos los surcos deben ser uniformes y tener un aspecto idéntico, de lo contrario se perderán puntos». Los neumáticos de Peter eran más efectivos en mojado porque tenían una mayor flotación. Los neumáticos tenían una mayor flexibilidad lo que ayudaba a distribuir el peso de su tractor de manera más uniforme. «He visto a otros competidores hundirse en el suelo, mientras yo he estado arando con éxito. Los neumáticos son los que marcan la diferencia». Por eso, se prestaba especial atención a la presión de los neumáticos. En un campo húmedo, Peter solía reducir la presión a 18 psi, que es un 25 por ciento más baja que la presión sugerida para carretera. «Reducir la presión distribuye el peso, ayuda con la tracción y reduce el deslizamiento de las ruedas. Mis neumáticos también tienen tacos bien espaciados que se autolimpian, por lo que la tierra se cae más fácilmente. Ahora avanzo con lluvia».
El Campeonato Mundial de Arada se desarrollaba durante 10 días, con 10 días previos de práctica. Peter competió en arar un espacio triangular con lados de 100, 16 y 12 metros, con puntuación en 10 variables, que incluían tiempo, rectitud de sus líneas y consistencia de la técnica. El mejor lograría el título de Campeón Mundial de Arada y, aunque no hay premios en metálico en juego, Peter disfrutó de la competición, tras quedar en el puesto 12, y de los amigos que hizo. «Por lo general, tengo que irme a mitad de la cosecha para participar en la competición, pero, al menos, puedo compensarlo con los amigos que he hecho en todo el mundo. Gracias a eso, mi sobrina, por ejemplo, está en trabajando seis meses en la granja de un amigo en Australia», comentaba. «Y esa es una recompensa mucho mayor que cualquier dinero que se pueda obtener».