Reducir las emisiones de carbono (CO₂) es un objetivo clave para los países y las industrias a medida que el mundo avanza en la lucha contra el cambio climático. La transformación del transporte desempeñara un papel importante, desde la mejora en la eficiencia del consumo de combustible de los automóviles, camiones y aviones existentes hasta la introducción de nuevos vehículos e infraestructura para la movilidad eléctrica y/o alternativa. Cuando se trata de camiones, reducir la resistencia a la rodadura de los neumáticos puede afectar significativamente al consumo de combustible y las emisiones de CO₂.
1. Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provocadas por el hombre, incluidas las de dióxido de carbono, son uno de los principales contribuyentes al calentamiento global. El sector del transporte es una de las principales fuentes de estas emisiones, en gran parte por el uso de combustibles fósiles para proporcionar energía a automóviles, aviones, barcos, trenes, camiones y otros vehículos. Las emisiones de gases de efecto invernadero de los vehículos pesados (HDV) en la UE, por ejemplo, representaron el 5% de las emisiones totales, un 20% del total de las emisiones del transporte y aproximadamente, un 25% de las emisiones del transporte por carretera en 2014.
2. Para combatir esto, la UE planea para el 2030 reducir las emisiones de GEI en al menos un 40% por debajo de los niveles de 1990, ya que se intente ser el primer continente climáticamente neutral para 2050. Específicamente, para el sector del transporte el objetivo es una reducción media de un 15% a partir de 2025 y un 30% a partir de 2030. Cabe señalar que actualmente se está discutiendo un nuevo plan con nuevas metas climáticas para 2030, que propone aumentar la reducción de las emisiones totales de GEI, a menos de un 55% de los niveles de 1990 en 2030.
3. Una de las herramientas que la UE está utilizando para lograr su objetivo de reducir las emisiones de vehículos pesados es el programa de cálculo del consumo de energía de los vehículos (VECTO). Desde enero de 2019, los fabricantes de vehículos deben utilizar VECTO para calcular el consumo de combustible y las emisiones de CO₂ de todos los nuevos vehículos pesados. VECTO evalúa una amplia gama de datos para realizar su cálculo. Estos parámetros incluyen: el tipo y peso del vehículo; aerodinámica; características del motor y de los neumáticos; eficiencia de transmisión y configuración del eje.
La resistencia a la rodadura de los neumáticos, que se puede definir como la cantidad de energía que utiliza un neumático en una distancia específica, es una de las cinco fuerzas que deben superarse para que un vehículo avance. Es crucial para lograr el objetivo de la reducción de las emisiones de CO₂ porque la resistencia a la rodadura es responsable de hasta un tercio del consumo de combustible de un camión. Cuanto más combustible consume un vehículo, más CO₂ emite. Según la UE, sin más medidas, se prevé que las emisiones de CO₂ de los vehículos pesados aumenten hasta un 10% entre 2010 y 2030. La buena noticia es que es posible reducir la resistencia a la rodadura de un neumático y, por lo tanto, disminuir sus emisiones de CO₂.
"Hay varios factores que afectan la resistencia a la rodadura:
El factor más importante en la reducción de la resistencia a la rodadura tiene que ver con la histéresis, el proceso que ocurre cuando un neumático flexiona al estar en contacto con la superficie de la carretera, lo que provoca una pérdida de energía que inhibe el impulso hacia adelante. Descúbrelo a través de nuestra infografía.
Los principales aspectos a considerar son: montar neumáticos que se adapten mejor a tu aplicación, mantener la presión óptima de los neumáticos y asegurarse de que las ruedas estén correctamente alineadas. Junto con las comprobaciones de mantenimiento periódicas, estos cambios pueden mejorar la resistencia a la rodadura, reducir el consumo de combustible y reducir las emisiones de CO₂.